I Encuentro
CONSTRUIR FUTURO
Santiago, Chile. Abril 2023
Con el objetivo de pensar un presente que se dirime entre una nueva ola progresista y las amenazas de la ultraderecha a las conquistas democráticas de los pueblos, el I Encuentro – Construir Futuro, reunió a más de 40 referentes políticos de nuestro continente en la ciudad de Santiago de Chile. Fueron tres días de intenso trabajo, al calor de los lazos de fraternidad que nos hermanan, aunque exigidos por las principales incógnitas del período.
En un escenario de inestabilidad política y complejidades sociales, urge repensar los mecanismos de articulación, para construir nuevos horizontes, que convoquen y unan a los sectores populares, que tomen las conquistas y a su vez superen los límites de las experiencias del pasado, que encanten a nuestros pueblos con una democracia más vigorosa y atenta a sus demandas y sus sueños, que ubiquen en el centro de sus agendas temas, problemáticas, luchas y retos, relegados por las miradas economicistas de la transformación.
La Red Futuro es un espacio que tendrá como propósito contribuir con los nuevos discursos y prácticas del campo popular sudamericano, fortaleciendo su unidad, para combatir al neoliberalismo y la extrema derecha en todas sus manifestaciones, impulsar un nuevo modelo de desarrollo económico, defender una democracia participativa y radical e incorporar los nuevos fenómenos de resistencia y movilización popular a la histórica lucha por combatir las desigualdades.
Declaración final
CARTA AL FUTURO
En las últimas décadas, los pueblos de América del Sur emprendieron, proyectos de transformación social, afirmando su soberanía y ampliando los procesos de democratización, creciendo económicamente y permitiendo que millones de sudamericanos y sudamericanas salieran de la pobreza, accedieran a derechos sociales y pudieran desarrollar sus expectativas colectivas e individuales. Estos procesos se enfrentaron a fuerzas de restauración neoliberal y conservadora que, incluso recurriendo muchas veces a métodos golpistas y violentos, produjeron graves retrocesos.
Desde el inicio del siglo XXI, el despliegue de nuevos y dinámicos movimientos sociales, como los feminismos y las diversidades, los estudiantiles, los ambientales, los movimientos indígenas, afrodescendientes y de las diversidades étnicas, la economía popular y otros, manifestaron la resistencia de los pueblos latinoamericanos y su voluntad de seguir impulsando la construcción de sociedades más justas y equitativas.
Estos movimientos contribuyeron decididamente a la construcción de nuevos procesos de unidad entre los sectores populares de nuestros países y aportaron a las recientes victorias electorales de los sectores democráticos, de izquierda y progresistas.
Construir un horizonte político común es especialmente relevante en América del Sur, una región que comparte una historia común, una geografía interconectada, y desafíos hermanables. Una región que ya tiene una historia de intentos de integración en la que apoyarse. Y también una gran deuda de emancipación como una voz autónoma y potente en la arena global. Queda cada vez más claro que hay desafíos que solo podemos enfrentar conjuntamente.
Las dificultades para la articulación política en América del Sur agudizan la incertidumbre generada por el cambio de época que atraviesa el mundo. El fracaso de las promesas de la globalización quedó en evidencia en la pandemia de Covid-19, particularmente devastadora en nuestro continente. La pandemia nos arrebató casi un millón y medio de vidas en un lapso de tiempo de apenas 2 años, y nos dejó como secuela un incremento de 3,2% de la pobreza. La guerra entre la OTAN y Rusia agrava la crisis energética, alimentaria, económica. La crisis climática y ecológica nos desafía a repensar nuestros modos de producción y consumo, sin lo cual estamos hipotecando la vida de las generaciones futuras. El incremento de la violencia, muchas veces asociada a los efectos del narcotráfico, amenaza con socavar la seguridad individual y colectiva de nuestras sociedades.
Las nuevas tecnologías de información, automatización y fabricación pueden ser potentes herramientas para enfrentar estos desafíos, implementando nuevos modelos de desarrollo ambientalmente sostenibles, y para fortalecer la comunicación e intercambio democrático. Al contrario, también pueden ser utilizadas como armas de depredación de nuestros bienes comunes, de precarización laboral y de propagación de discursos de odio y restringiendo los espacios democráticos a través de la concentración de los medios en manos de poderes corporativos.
Ante los evidentes límites de la democracia liberal, aumenta el asedio de fuerzas de ultraderecha, golpistas y violentas que se alimentan precisamente de ese ambiente, que se apropian del sentido común y contactan con el malestar de importantes sectores de la población, ofreciendo salidas rápidas y cortoplacistas. Esto se convierte en una preocupación cada vez mayor para aquellos y aquellas que buscamos construir sociedades solidarias, inclusivas, diversas y participativas.
En este complejo escenario, urge entonces repensar las estrategias de las izquierdas y sus mecanismos de articulación, para construir nuevos horizontes, que convoquen y unan a los sectores populares, que tomen las conquistas y a su vez superen los límites de las experiencias del pasado, que encanten a nuestros pueblos con una democracia más vigorosa y atenta a sus demandas y sus sueños, que ubiquen en el centro de sus agendas temas, problemáticas, luchas y retos, relegados por las miradas economicistas de la transformación.
Este es el desafío que poseen compañeros y compañeras de la vida política sudamericana, que se incorporan con cada vez más protagonismo, participación y relevancia, asumiendo las luchas históricas de los pueblos, fortaleciendo y articulando la diversidad de actores sociales y nuevas agendas, debatiendo en confianza y actuando con creatividad.
Para ello, anunciamos la creación de FUTURO – Red Sudamericana de Liderazgos Políticos, un espacio que tendrá como propósito contribuir con los nuevos discursos y prácticas de la izquierda sudamericana, fortalecer su unidad, combatir al neoliberalismo y la extrema derecha en todas sus manifestaciones, impulsar un nuevo modelo de desarrollo económico, defender una democracia participativa y radical e incorporar los nuevos fenómenos de resistencia y movilización popular a la histórica lucha por combatir las desigualdades. Esperamos que esta iniciativa contribuya para fortalecer el sueño de una patria grande libre, justa y soberana.
9 de abril de 2023 – Cerro Huelén-Santa Lucía, Santiago, Chile